que ruega un poco de amor. Me resisto a volver a llorar de bronca porque una vez más todo se pinchó a la mitad. Me resisto a rebajarme, a considerarme menos que una mujer hecha, derecha y entera, por sólo unas migajas de atención. Me resisto a rogar un minuto más. Me resisto a volver a pedir, a exigir (como si tuviera que justificarlo) aquello que merezco y valgo. Me resisto a volver a convencerme de las mentiras que tan sólo yo quiero oir. Me resisto con mi más firme convicción a volver a ser esa víctima lastimosa que fui a causa del desamor. Me resisto a permitir que una vez más mis ojos vean como la ansiedad corroe mi integridad y mi amor propio. Me resisto a volver a perder la dignidad, a volver a convertirme en una indigente emocional que no tiene a donde ir.
Me resisto con todas mis fuerzas a volver a estar a los pies de nadie.
Me resisto como una fiera, a ser menos que la mujer de tu vida.
Hoy, me declaro en rebeldía contra el amor a medias.